Cicatrices quirúrgicas: cómo mejorar su apariencia de forma segura y efectiva

Después de una cirugía, es común que la piel forme una cicatriz. Aunque es parte natural del proceso de recuperación, muchas veces su apariencia puede generar incomodidad: textura irregular, coloración oscura, grosor, enrojecimiento o elevación.

La buena noticia es que hoy existen tratamientos avanzados que permiten mejorar notablemente el aspecto de las cicatrices quirúrgicas, incluso si son antiguas o difíciles de tratar.

En Clínica Neolaser contamos con tecnología láser especializada que permiten abordar distintos tipos de cicatrices de forma segura y personalizada, logrando resultados visibles en pocas sesiones.

¿Por qué se forman las cicatrices quirúrgicas?

Las cicatrices aparecen como parte del proceso natural de reparación de la piel después de una intervención. Sin embargo, su aspecto final depende de diversos factores:

• Tipo de cirugía (abierta, laparoscópica, procedimientos estéticos, etc.).

• Genética y tipo de piel.

• Cuidados postoperatorios.

• Tensión en la zona.

• Exposición solar.

Por eso, dos personas sometidas al mismo procedimiento pueden desarrollar cicatrices completamente diferentes.

¿Qué tipos de cicatrices quirúrgicas existen?

Conocer el tipo de cicatriz ayuda a elegir el tratamiento ideal:

1. Cicatrices hipertróficas

Son gruesas, rojas y elevadas, pero se mantienen dentro del límite de la herida.

2. Cicatrices atróficas

Se ven hundidas o deprimidas, producto de la pérdida de colágeno y tejido.

3. Queloides

Superan los bordes de la incisión, crecen con el tiempo y pueden causar picazón o molestia.

4. Cicatrices pigmentadas

Presentan manchas oscuras o rojizas que afectan su apariencia, aun cuando la textura esté bien.

¿Cómo mejorar la apariencia de una cicatriz quirúrgica?

Hoy en día existen alternativas efectivas que permiten mejorar la textura, el color y el grosor de la cicatriz, incluso si es antigua.

1. Tratamientos que estimulan colágeno (como nuestro láser NeoCO2)

Son ideales para cicatrices elevadas, gruesas o con irregularidades en la textura. Ayudan a:

• Reducir el grosor

• Igualar la superficie

• Mejorar la firmeza y elasticidad

2. Procedimientos para cicatrices pigmentadas (como nuestro láser NeoIPL)

Cuando la cicatriz está oscura, roja o presenta manchas, se utilizan tecnologías y técnicas que:

• Regulan la producción de melanina

• Disminuyen el enrojecimiento

• Mejoran la uniformidad del tono

3. Terapias combinadas

Los mejores resultados se obtienen usando más de un enfoque. Por ejemplo:

• Estimulación de colágeno + tratamiento para pigmentación

• Remodelación de tejido + hidratación profunda

• Tratamientos secuenciales para cicatrices recientes

La combinación se define según el tipo de cicatriz, su antigüedad y la zona del cuerpo.

¿Cuándo comenzar a tratar una cicatriz quirúrgica?

Lo ideal es iniciar el tratamiento desde que la herida está completamente cerrada y sin costras. En cicatrices recientes, intervenir temprano ayuda a prevenir que se vuelvan gruesas o pigmentadas.

Sin embargo, las cicatrices antiguas también pueden mejorar significativamente, solo requieren un enfoque diferente.

Cuidados esenciales para mejorar una cicatriz en casa

Aunque los tratamientos profesionales son los que logran cambios visibles, algunos hábitos ayudan a potenciar los resultados:

• Proteger del sol todos los días (FPS 50+).

• Evitar rascar o manipular la cicatriz.

• Aplicar hidratantes reparadores recomendados por un especialista.

• Mantener una rutina suave de cuidado de la piel, sin exfoliaciones agresivas.

En Clínica Neolaser contamos con tecnologías avanzadas y un equipo especializado que evalúa cada cicatriz de manera individual. Nuestro objetivo es lograr una piel más uniforme, suave y estética, con un plan adaptado a las necesidades de cada paciente.